Porque todo dogma aplicado al devenir cotidiano merece ser rebatido, criticado, señalado, en lo posible con burla y desprecio. Porque el discurso religioso atenta contra el sentido común, es alienante y fomenta el acriticismo. Porque el dogma religioso es inconsistente frente al mundo natural. Y otras cositas.
martes, 17 de abril de 2012
martes, 10 de abril de 2012
¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena ?
Recuerdo que alguien me dijo que
ésta era una pregunta estúpida.
¿Y por qué pudiera considerarse
poco pertinente esta cuestión si no es extraño que en nuestra vida cotidiana,
en algún momento ha de ocurrirnos algo negativo y, casi instintivamente y al
menos por un instante, nos preguntamos -pero por qué me pasó esto o aquello,
qué hice mal-?
Y también está el cuestionamiento
opuesto que probablemente alguna vez habeis pensado: ¿Y por qué a ese
malandrín, corrupto, etc. no le pasa nada y se sale con la suya?
Es posible que la pregunta
inicial esté mal o insuficientemente redactada, mas esto se puede tratar
posteriormente.
He encontrado un libro homónimo
al título de esta entrada, escrito por Iván Gutiérrez R.
En el libro relata su experiencia
personal en la cual, tras haberse burlado de muchos, y haber parrandeado, le
llegó como castigo una enfermedad. Aparentemente, también había contribuido un
supuesto acto de brujería de una exnovia agraviada.
Probó prácticamente todo hasta
que, por medio de la confesión y la oración paulatinamente se recuperó.
El autor condena las que él llama
religiones light, religiones de mercadeo como por ejemplo las enseñanzas
de Deepak Chopra, modas pasajeras como el ekeko, Regina 11, el noni, Walter
Mercado, invocación de ángeles de la nueva era, bioenergética, yoga, chakras,
mantras, metafísica, regresiones, masonería, gnosticismo, etc.
Pero también recomienda reemplazar todo lo anterior por una búsqueda de dios, es decir, caer al misticismo católico tradicional. A esto agrega algunas de sus concepciones provenientes de su propia experiencia y a las cuales hay que prestar mucha atención, pues son afirmaciones peligrosas.
A lo largo del libro se
encuentran frases sueltas y de gran impacto inicial, por ejemplo:
"Cambiándolo de establo no
cambia el burro"
"No hay nada más peligroso
que un bruto con iniciativa"
"Somos una generación que
pasó de tener miedo a los papás a tener miedo a los hijos"
"No hagamos a los demás lo
que no queremos que nos hagan a nosotros y los nuestros"
"Si quieres decepcionarte de
alguien, convive con él"
"Si no tienes un amigo que
te diga la verdad busca un enemigo que te haga el favor".
Pero también se encuentran
afirmaciones como las siguientes:
-Los ateos son resentidos con la
vida.
-Hay gente que se dice atea y que
afirma no creer en jesús porque nunca lo ha visto. Lo curioso de esto es que la
misma biblia justifica su actitud cuando nos dice que a dios jamás nadie lo ha
visto.
-La felicidad nuestra o ajena se
puede haber truncado desde la concepción:
"Como es de bruta y se deja
embarazar...", "Usted no va a
servir para nada...".
-Condena el "Yo perdono pero
no olvido".
-Aborda a alguien que está en un
ancianato y le pregunta por su condición de soledad, el señor dice: "No
sé, esa es la ingratitud de los hijos". Visita a sus hijos y uno de ellos
responde (con ingratitud, escribe): "Dígale a mi papá que no se queje
tanto de soledad y abandono porque en su juventud se comportó asi con nosotros"
-"Procura que tus palabras
sean dulces y exquisitas por si algun día tienes que tragártelas".
-Este barco no lo hunde ni dios
(hablando del titanic).
Y cuando se cree que el libro no
puede empeorar:
-La procreación es uno de los
fines del matrimonio. por engaños del demonio, cada vez más esposos quieren
privarse de los hijos por la situación económica, daño a la figura de la mujer,
no hay tiempo para criar. Así se someten a la trampa de la vasectomía y
ligadura de trompas.
-Recordemos que dios creó el sexo
no para el amor ni para el noviazgo sino para el matrimonio.
-El proyecto nacional de
educación sexual implementado en la educación escolar entre los años 1990 a
1994 tan sólo llevó a los estudiantes a volverse unos expertos en el uso del
condón y y de métodos anticonceptivos. Este proyecto fue creado e impuesto
dizque para ayudar a las nuevas generaciones a superar los tabúes y el moralismo infundido en los hogares y ofrece
el uso de cartillas, material audiovisual y prácticas autoexploratorias
... acabó transformándose en una
clase-taller de perversión sexual de menores.
-Se escandaliza ante: “...Cuando
abrieron la puerta la encontraron frotando sus partes íntimas para excitarse
mientras gritaba ‘chimbo!,chimbo!, chimbo!’...”
<Yo le diría: Con mucho
gusto>.
-Signos, leyes, modas y
acontecimientos que cambiaron la identidad del país y con ello llegó la
descomposición de valores personales, familiares y sociales:
*Falsas propuestas de paz de los
años 60: hipismo, haz el amor y no la guerra, prohibido prohibir y la mal
llamada liberación femenina.
*Contrabando y el cambio del café
al narcotráfico.
*La Constitución del 91, por
seducción del demonio y su propósito de destruir los valores cristianos de la
familia, la persona y la vida pública, rompió la consagración del país al
sagrado corazón e instituyó la libertad de cultos. Eliminación de la clase de
religión. Eso ha llevado a un desconocimiento de dios al punto de aceptar
cualquier tergiversación de su palabra,
como por ejemplo el código da Vinci.
*Proyecto nacional de educación
sexual. Dispensadores de condones.
*Apertura económica que llevó a
la esposa a ayudar económicamente al marido, quedando los hijos solos.
*Divorcio express.
*Promoción y bombardeo de la violencia, sexo, esoterismo
por parte de los medios.
*Matrimonio gay.
*Difusión irresponsable de la
vasectomía.
*Ley del aborto.
-Si quieres destruir a la
juventud hazlo por medio de la música.
-De las raíces de la
homosexualidad (entre otras):
*Saturación de actividad sexual
que lleva a curiosidad homosexual.
*Tendencias homosexuales que
nunca fueron sanadas con oración
*Embarazadas que van donde
brujos, donde abundan espíritus de homosexualismo.
*Consagraciones a satán.
*El homosexualismo es una
conducta adquirida y aprendida
Bien... ¡Es irresistible darle
“garrote”!
En realidad, no es extraño que la
gente crea en maldiciones, castigos divinos o seducciones satánicas. Esto es
debido a la influencia de las religiones en la sociedad, en particular de
aquellas tres que tienen conceptos comunes y que cumplen con su cometido debido
a una predisposición mental del individuo hacia la búsqueda de una causa para
todo lo bueno o malo del devenir diario, sea ésta una causa natural inmediata o
no.
Esto es, somos buscadores de
causas y propósitos. Como lo manifestase un paleoantropólogo del cual en este
momento no recuerdo su nombre, la condición de homínido, o bien aquello que nos
diferencia de los otros animales, se caracteriza por la locomoción bípeda y la
imposibilidad de quedarse aburrido sin hacer nada.
Sin embargo, no es correcto atribuir una influencia
sobrenatural a acontecimientos que carecen de un causante tangible directo. Experimentos
científicos alrededor de fenómenos como los aclamados milagros, abducciones
extraterrestres, precognición y otros han mostrado, incluso para disgusto de
los afirmantes de tales charadas (ver root
of all evil, R. Dawkins), que no existen pruebas repetibles de tales
fenómenos. Como escribiese Carl Sagan en su libro El mundo y sus demonios “Podemos rezar por una víctima del cólera o
podemos darle quinientos miligramos de tetraciclina cada doce horas”.
Qué casualidad que aquellos que tienen “visiones” de
ángeles sean los únicos que pueden comunicarse con tal espíritu. Nadie más
puede. En el caso de los
extraterrestres, si tienen buenas intenciones o al menos buscan una buena
relación simbiótica con nosotros, ¿por qué no han establecido contacto?
O si tienen malas intenciones ¿por qué no vienen y
peleamos?
Retomando el poco afortunado
libro, es loable que el autor denuncie las tendencias esotéricas, pues
definitivamente son perjudiciales, en especial para el bolsillo y la
inteligencia, sin embargo, el autor promulga la búsqueda de dios que, en
términos de la ciencia ficción es como que, al ser atacada la nave el capitán
ordene “desviar la energía de los escudos hacia el teletransportador que nunca
ha funcionado bien”.
Por otro lado, considerar al ateo
como un ser amargado o resentido es pretender buscar una conexión (una causa,
un propósito) entre cosas que son completamente separadas.
La creencia, o la falta de la
misma, en un supuesto demiurgo no tiene relación con el hecho simple de que
algunas personas manejan su vida, tanto sus plus
como sus minus, en una forma más
alegre y tranquila.
Se puede pelar diariamente las
rodillas en una iglesia, sonreir a todos cual Garrick en ella y en la noche
creer que se pueden ahogar las penas con alcohol.
Los ateos TAMBIEN SOMOS PERSONAS!
No somos “de palo”, podemos acudir, si queremos, al alcohol, cigarrillo, o
cualquier otro vicio sin el absurdo temor al castigo divino (y sabemos, como lo
sabía perfectamente el extinto Christopher Hitchens, se han de pagar las
consecuencias de abusar de tales vicios), podemos leer y entender al universo
como realmente es y divulgarlo al mundo, escuchar música o disfrutar del
silencio, practicar deportes o no, tener relaciones con responsabilidad, sin
creer que como castigo se nos va a caer, incluso amar y tal vez sufrir un poco
en el proceso, pero nada que un poco de terapia no cure.
Simplemente no “desviamos nuestra
energía” en rebuznar repetitivamente retahilas que no “sentimos”, dentro de un
recinto decorado con las mejores maderas, mármoles, plata y oro. Y con esto no
quiero despotricar (mucho) del componente estético propio de la arquitectura de
los templos, simplemente no me parece “chusca” la desigual distribución de los
recursos que las religiones han apoyado a lo largo de la historia.
Es notoria la repetición en el
libro de ideas retrógradas como el pecado original, pon la otra mejilla, el monopolio
de la deidad y su única “verdad revelada”, mantener una actitud humilde, en
especial ante dios, así como el perdón y olvido, la negativa al control de la
natalidad y el ejercicio de la sexualidad. Claros ejemplos de moralismo y
fundamentalismo religioso disfrazado de libro de autoayuda y sanación.
Al respecto de que la felicidad
nuestra o ajena se puede haber truncado, incluso desde la concepción: el autor
aclara, antes de que se le ataque por el lado de la absurda idea del pecado
original que, si bien esto no significa que heredemos “maldiciones” de nuestros
antepasados, sí heredamos ciertas conductas perjudiciales de ellos.
Es natural heredar ciertos
comportamientos lastre de nuestros ancestros directos, pero es el conocimiento
de la realidad que nos rodea, la proyección, el autocuestionamiento, la
curiosidad, la inconformidad con ciertas afirmaciones, entre otras, lo que
puede hacer la diferencia.
En cuanto a la humildad, podemos
equivocarnos y, dadas evidencias de nuestros errores, gustosamente hemos de
admitirlos. Eso es verdadera humildad.
En el esquema de la ciencia, una
teoría es aceptada como verdadera hasta que la reemplaza una que explique mejor
el fenómeno al que hace alusión.
Absurda es la arrogancia de las
afirmaciones incuestionables de las pseudociencias y religiones, que pretenden
que sus seguidores se rijan por ellas y se perpetúen esquemas éticos y morales
anacrónicos, semillas de miedos insustanciales represivos.
Es claro que hay ciertas
combinaciones de acordes que no debieren ser reconocidas como música, no tanto
por una “aberrante” alusión explícita al sexo, a la violencia, a la muerte,
sino porque suena mejor si se tira un tarro lleno de puntillas por una
escalera.
Respecto a la homosexualidad, se
nota que es muy abultada la ignorancia del autor sobre el tema. La condición homosexual es más bien una
predisposición de nacimiento que no puede suprimirse con oraciones ni ser
exacerbada con visitas a curanderos.
Tampoco consiste en una conducta
maligna en sí misma. Aunque he de reconocer que encuentro a la presencia
homosexual abierta como repulsiva.
Tal vez estéis pensando, querido
lector, si aún sigues ahí: ¿Y para qué carajo se leyó ese libro si ´se veia
venir´ que es un libro de autoayuda, donde el autor no posee credenciales
científicas de índole alguna?
En el libro Pseudociencias ¡Vaya timo!, escrito por Mario Bunge, se encuentra
la siguiente frase:
“A muchos no parece preocuparles
grandemente el mundo de las pseudociencias. En las universidades y medios
académicos creen que es una forma de pensar inofensiva y propia del vulgo, de
la plebe, pues están demasiado ocupados con sus propias investigaciones como
para molestarse por tales sinsentidos. Esta actitud es, sin embargo, de lo más
desafortunada”.
Igualmente, Carl Sagan denunció
la caída del pueblo estadounidense en la credulidad hacia ese tipo de
tendencias. Es decir, “dar garrote” al
contenido de este libro es una denuncia que considero que HAY que hacer... Es
increíble que se le otorgue código ISBN a este tipo de disparates.
¿Y de la pregunta qué?
Existen relaciones causa-efecto
que son directas, por ejemplo, al ofender a alguien es de esperarse una
reacción de su parte.
Los desastres naturales ocurren
por el dinamismo del planeta en el que habitamos, no porque shiva se eche un
gas. Los dioses son tan solo inventos humanos.
Dado que no se han demostrado
efectos repetibles de los denominados fenómenos sobrenaturales, estos no tienen
efecto en nuestras vidas.
Tampoco debemos basar la supuesta
verdad de tales fenómenos en la experiencia de muy pocos, más aún si se tiene
en cuenta la poca fiabilidad de la memoria humana. Por ejemplo, en el caso de
las regresiones, un recuerdo puede ser implantado.
A algunas personas no les importa
lastimar a los demás e infortunadamente hay que decir que algunos de ellos son
muy hábiles para ocultar el daño que han hecho, por ejemplo cuando el efecto
adverso es a largo plazo, así como la evidencia de su autoría.
Pero también son posibles las
relaciones causa-efecto no congruentes. Veamos algunas citas del libro El
andar del borracho de Leonard Mlodinow:
“El acierto o error muchas veces
no proceden de un gran conocimiento o de una gran incompetencia, sino de
circunstancias fortuitas y erráticas, como el andar de un borracho”.
“Los procesos aleatorios son
fundamentales en la naturaleza y omnipresentes en nuestras vidas cotidianas,
aunque la mayoría de la gente no los entiende, o no piensa mucho en ellos”. En
particular, identificar un evento como aleatorio puede contradecir a la intuición.
“Mucho de lo que nos sucede -el
éxito en nuestras profesiones y decisiones en la vida, tanto mayores como
menores- es en considerable medida tanto el resultado de factores aleatorios
como de la habilidad, la preparación y el trabajo duro”.
En otras palabras, hay factores
tanto aleatorios como directos, propios y del entorno, que determinan nuestro devenir diario. Y no siempre nuestro
comportamiento va a determinar el éxito o fracaso.
Todo lo anterior hará innecesaria
la existencia o influencia de un ser sobrenatural, cualquiera sea su
denominación.
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